Para que el augurio “Feliz Navidad” no sea una
mera costumbre, los cristianos nos hemos de esmerar en la celebración
del acontecimiento central de la historia humana: Dios se hace Hombre para
que el Hombre sea capaz de vivir la plenitud humana y lograr una vida
realmente feliz.-
Celebrar la Navidad en la
Argentina de hoy es reactualizar el texto bíblico “el pueblo que caminaba
en la oscuridad de la noche ha visto una gran luz”.- (Isaías 9,2)
La situación socio-económica-
cultural.-política que vive la mayoría de los argentinos tiene que hacer
reflexionar a la Iglesia a nivel de todos sus sectores: pastores,
religiosos, laicos-sobre si hemos estado anunciando con sencillez y
claridad quién es el Niño que nació en Belén hace dos mil años y para qué
nació y en la forma que nació.-
La celebración
navideña de este año en el que la sociedad argentina vive turbada y
violenta, en el que familias adineradas van a seguir entregadas al
consumismo, a pesar de otras familias que no tienen lo indispensable para
subsistir, en el que dirigentes gubernamentales siguen legislando a favor
de sus intereses en contra del bien común del pueblo, con el agravante de
adormecer sus conciencias con la asistencia a Misa de Noche Buena o
levantar algún Pesebre, es preciso que los
cristianos reaccionemos para que la Navidad no sea manipuleada a favor de
una paz y fraternidad superficiales.-
El mensaje del Nacimiento de Jesús- el Dios con nosotros- se
proyecta a todos los instantes de la vida de cada ser humano.- Por
consiguiente, a todas las estructuras de la sociedad humana y a todas las
épocas de la historia.-
El mensaje de la cuna de Belén
es un mensaje de esperanza y alegría porque es un mensaje de vida digna y
gozosa para todo hombre o mujer que viene a este mundo.
Ahora bien, si la Navidad 2006
encuentra argentinas/os en situación de desesperanza y tristeza, como
Iglesia (pastores-religiosos-laicos) nos tenemos que preguntar si venimos
dando el mensaje navideño con fidelidad evangélica.-
En torno al Nacimiento de Jesús-
Hijo de Dios e Hijo de una muchachita judía llamada María de Nazaret- se
movieron algunos actores que no solo debemos recordar sino que nos
iluminan para releer el mensaje navideño para cada año.-
En Belén de Judá-primera
Navidad- hubo aceptación y rechazo, hubo reconocimiento generoso y
posturas interesadas.-
Los pastores son los pobres
con Espíritu, abiertos hasta las últimas consecuencias del Evangelio
para vivir, con alegre esperanza, la fraternidad en justicia y
libertad- Por el contrario, el rechazo del portazo de familias belenitas
a la pareja de María y José es, hoy, la familia cerrada, buscando su
mayor bienestar con indiferencia a familias- quizá vecinas- que esperan
una mano tendida.- La búsqueda creyente y generosa de los Magos contrasta
con la búsqueda interesada de Herodes.- Los primeros son los
cristianos dirigentes que sirven al pueblo. Y… los que se
enriquecen a costa del pueblo, están prefigurados en la ambición criminal
de Herodes.-
La Iglesia que peregrina en
la sociedad argentina tiene que reconocer, en esta Navidad 2006, que no ha
sido suficientemente lúcida para iluminar las tinieblas del pecado
de corrupción que obscurece hasta el sentido de Nación. Está faltando
el primer gesto que iluminó y alegró la Noche de Belén en el gozoso
anuncio a los pastores: la opción preferencial por los pobres como
dirección fundamental en una nueva evangelización.- Y está faltando una
catequesis política que forme la conciencia de los dirigentes del País,
Con esperanza de Nueva Evangelización, los saludo fraternalmente con un
cordial augurio de FELIZ NAVIDAD.
Miguel Esteban Hesayne
Obispo